Lentes ZEISS MyoCare
¿Tu hijo/a es miope o muestra signos de miopía?
¿Has notado cambios de comportamiento que podrían estar relacionados con la visión?
¿Te preocupa la salud de sus ojos?
Corregir la miopía progresiva en los niños desde pequeños puede ayudar a evitar problemas de visión graves en el futuro.
Diseñadas para ralentizar la progresión de la miopía.
Las lentes ZEISS MyoCare cuentan
con la innovación
de ZEISS y 20 años de experiencia en el control de miopía.
Nuestra lentes ZEISS MyoCare están especialmente diseñadas para reducir la progresión de la miopía en niños, ayudándoles a mantener una visión más estable y cómoda durante todo el día.
98%
de los niños afirman que su visión de lejos
y de cerca es muy buena1.
de los niños afirman que su visión de lejos y de cerca es muy buena1.
100%
de niños que llevan ZEISS MyoCare
se han adaptado a las lentes en 1 día1.
de niños que llevan ZEISS MyoCare se han adaptado a las lentes en 1 día1.
Las lentes ZEISS MyoCare y ZEISS MyoCare S ofrecen una gran estética y la comodidad necesaria para poder llevarlas durante todo el día, lo que permite a los niños participar y disfrutar de sus actividades favoritas.
La miopía si no está
corregida, supone una
limitación visual. Cuando un
miope mira de lejos, se
produce una imagen borrosa
(en la retina).
A medida que los niños
crecen, sus ojos se alargan.
El nivel de miopía aumenta si
la elongación de los ojos es
mayor de lo que debería ser
a una edad determinada.
Si el sistema visual de un
niño no funciona de forma
óptima, puede influir negativamente en su
desarrollo3. Por ejemplo, en
problemas de aprendizaje
relacionados con la visión,
puede ocurrir que tengan
dificultades en actividades
cotidianas, como en las
tareas escolares o en la
práctica de algún deporte.
Si la progresión de la miopía
no se trata, puede afectar
negativamente al niño y
aumentar el riesgo de
desarrollar problemas de
visión a largo plazo.
La miopía si no está
corregida, supone una
limitación visual. Cuando un
miope mira de lejos, se
produce una imagen borrosa
(en la retina).
A medida que los niños
crecen, sus ojos se alargan.
El nivel de miopía aumenta si
la elongación de los ojos es
mayor de lo que debería ser
a una edad determinada.
Si el sistema visual de un
niño no funciona de forma
óptima, puede influir
negativamente en su desarrollo3. Por ejemplo, en problemas de aprendizaje relacionados con la visión, puede ocurrir que tengan dificultades en actividades cotidianas, como en las tareas escolares o en la práctica de algún deporte. Si la progresión de la miopía no se trata, puede afectar negativamente al niño y aumentar el riesgo de desarrollar problemas de visión a largo plazo.
La miopía se mide en unidades llamadas dioptrías. Literalmente, cada dioptría importa, por lo que el mejor momento para tratar la miopía progresiva en niños es ahora.
Hay multitud de causas que pueden contribuir al incremento de la prevalencia de la miopía en niños3:
Cuando uno o ambos progenitores tienen miopía, aumenta el riesgo de que el hijo también sea miope.
El trabajo de cerca en exceso, como las actividades con los móviles o libros.
La vida cotidiana tiende a desarrollarse en interiores en determinadas regiones.
Falta de luz natural, así como tiempo reducido al aire libre.
Dado que la “aparición temprana” implica más años de progresión, los miopes menores de siete años tienen mayor riesgo de desarrollar alta miopía4.
La miopía progresa más rápido en los niños más pequeños5.